Ceuta declara un brote de rabia en la ciudad: los animales abandonados serán sacrificados o aislados
El Gobierno de Ceuta ha declarado formalmente un foco de rabia en la ciudad autónoma después de confirmarse un positivo del virus en una hembra joven de raza pastor belga del tipo malinois sin chip de identificación.
La perra fue capturada el pasado sábado después de que la Policía Local recibiese una llamada alertando de la presencia de un animal vagabundo «que mostraba síntomas de estar enfermo». El animal falleció este lunes tras ser puesto en aislamiento. El Servicio de Sanidad Animal realizó una necropsia al cadáver y trasladó las correspondientes muestras para su análisis al Instituto Carlos III, que ha confirmado las sospechas.
Es el primer caso positivo de la enfermedad después de los declarados en 2012 y en 2019. En este último, el Ejecutivo local se vio obligado a declarar el foco de rabia tras su detección en un cachorro que previamente había sido introducido en territorio español desde Marruecos. El territorio peninsular y los archipiélagos balear y canario han estado libres de rabia terrestre desde 1978, a excepción de un caso importado del Reino alauita declarado en junio de 2013.
Medidas preventivas
Las medidas preventivas impuestas obligan a vacunar a todos los perros, gatos y hurones menores de 12 meses y todos los animales sueltos no identificados que sean localizados en la vía pública serán considerados abandonados y sacrificados tras 21 días o sometidos a aislamiento durante seis meses.
El decreto publicado en una edición extraordinaria del Boletín Oficial de la Ciudad Autónoma de Ceuta (BOCCE) establece que todos los propietarios de animales estarán obligados a llevarlos con correas no extensibles por la calle y a portar su documentación sanitaria, así como a evitar «interacción» con otros.
Para sacar mascotas de la ciudad autónoma será preciso «probar documentalmente, mediante la correspondiente cartilla o pasaporte sanitario, que estén identificadas por microchip y correctamente vacunados».
La actividad cinegética que suponga la suelta o concentración de animales solamente podrá ser realizada «si se demuestra documentalmente que tienen la suficiente titulación de anticuerpos frente a la rabia mediante documento acreditativo o pasaporte de animales de compañía». Todas las medidas dictadas tendrán una vigencia de al menos seis meses.
Asimismo, la administración ha rogado a toda persona que haya sido «mordida o arañada por un can o cualquier animal desconocido o no» que acuda a los servicios sanitarios de urgencias.